Ruede sobre la zona a ejercitar y “juegue” con su cuerpo con movimientos lentos, suaves y continuos.
Ejerza presión sobre el área de los deseos mientras la hace rodar a lo largo de los músculos.
Esta presión, entre nuestro cuerpo y el cilindro, permite la recuperación muscular, alarga la flexibilidad y mejora la movilidad.